He recibido el primer relato!!!
No les digo más y comenzamos!!!
Tenía cinco años con algunos meses y un día, en el supermercado, vi El principito, de Antoine de Saint Exupery. Me llamó muchísimo la atención la portada y los dibujos del interior (en ese tiempo, no todos los libros venían retractilados). Fui con mi papá y le dije que me lo comprara... Me miró extrañado: “¿De verdad lo leerías?”. “Sí”, le respondí. No sé qué le motivó a comprármelo. Una niña de cinco años que meses antes les había dicho a sus padres que no quería juguetes ni ningún otro regalo para Reyes porque había muchos niños que no gozaban la misma suerte... Y ahora, otra locura: Un libro.
Cuando El principito por fin fue mío, lo llevé junto a mi cama, lo abrí y comencé a leerlo. Así durante más de 30 noches seguidas, pues por mi casi nula experiencia tardé un mes enterito en leerlo. La experiencia me fascinó. A éste se sucedieron varios: Platero y yo (que me trajeron los Reyes, a los que finalmente perdoné por su aparente injusticia con otros niños), Marcelino Pan y Vino (ahora no lo recomendaría para una niña pequeña). Llegué, incluso, a leer Elogio de la locura, de Rotterdam, a los 11 años. Sí, qué locura.
Como verán, el amor que siento por los libros no me fue inculcado, aunque sí “solapado”. En mi casa había libros y yo los devoré a lo largo de mi niñez y adolescencia. Mis papás los comentaban conmigo y hacían sugerencias. Es todo. Esta fue y ha sido una relación de dos en la que la más amante y favorecida he sido yo.
Georgina
2 comentarios:
Muy buena sección y muy buena historia!!!
Creo que has tenido mucha suerte en contar con padres que apoyaran y alentaran tu gusto por la lectura. Y ellos en tener una pequeña tan decidida!!
Me encantó la historia, estaré al pendiente por las que vendrán!!
Gracias!! Que bueno q te gusto :D :D
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