*Sinopsis*
El antisemitismo se extiende desde la primera cruzada en el siglo XI
hasta el holocausto nazi del siglo XX, y aún persiste en la actualidad
debido en buena parte a las polémicas políticas que ejerce el
contemporáneo Estado de Israel. Se trata de la historia de una pasión
asesina con el tiempo secularizada gracias al tema cristiano del crimen
ritual: la necesidad de elaborar el pan ázimo de Pascua con sangre
cristiana, preferentemente de un niño. Pero existen múltiples variantes
de esta leyenda, que responde más a una superstición paranoica —tras la
que se han parapetado diferentes formas de antijudaísmo, ya sean
religiosas, racistas o económicas— que a una verdadera liturgia, pues
nunca se ha logrado demostrar que algún texto sagrado judío así lo
prescriba.El judaísmo para la tradición cristiana no es una herejía, tal y como aseguraron Pablo de Tarso y Agustín de Hipona así como tantos papas y prelados católicos, ortodoxos y protestantes a lo largo de la historia, si bien el discurso de odio y miedo frente a los judíos nunca dejó de existir. Este ensayo de Jean Meyer se centra en el antisemitismo europeo entre 1880 y 1914 canalizado y difundido por la revista jesuita Civiltà Cattolica, auspiciada por la Curia romana, que recoge la confrontación ideológica en Europa entre la modernidad, cuya vanguardia eran los judíos —destructores de toda religión desde la Revolución francesa, según estos católicos de la época—, y la Iglesia, guardiana de la única «verdad» y, por ello, contraria a cualquier forma de pensamiento que pusiera en riesgo su hegemonía.
*Sinopsis*
El comisario Kostas Jaritos se aburre. Está de baja, recuperándose de
una delicada operación después de que, durante la investigación de un
caso, le dispararan en el pecho. Por toda distracción, recibe algunas
visitas, lee los periódicos y mira la televisión. Precisamente, una
noche ve cómo, en un programa de entrevistas, el constructor Iásonas
Favieros, que ha amasado una fortuna en los últimos veinte años y ahora
está enriqueciéndose como nunca con las obras de los Juegos Olímpicos
de Atenas 2004, se suicida ante las cámaras y conmociona a todo el
país. Se desata un alud de noticias, hipótesis e incluso de comunicados
de extrañas organizaciones, y Kostas, convertido en un ciudadano más,
primero reflexiona y luego, todavía convaleciente, decide investigar.
En esa Grecia preolímpica que se debate entre un pasado difícil de
olvidar y la arrolladora modernidad, origen de muchos de sus futuros
problemas, arranca este nuevo caso del comisario Jaritos.
Primeras paginas AQUÍ
*Sinopsis*
En 1588, en vísperas de la turbulenta llegada al trono francés de
Enrique IV de Navarra, cuando sigue fresca en la memoria la noche de San
Bartolomé y las guerras entre católicos y protestantes tiñen de sangre
Europa, Michel de Montaigne, que es ya un filósofo respetado, conoce en
París a una joven admiradora de su obra, Marie de Gournay. Y Montaigne,
que tiene por entonces cincuenta y cinco años y está «bien casado»,
inicia una misteriosa relación con la exaltada Marie, a la que convierte
en «hija de adopción». Para reconstruir esa pasión crepuscular, Jorge
Edwards rastrea al Montaigne público y privado, explora su relación con
las mujeres, su preparación para la muerte, va dibujando al hombre
político, diplomático, al pensador sensato y antidogmático, y al sabio
pero también travieso autor de los Ensayos. Y mientras aplica la lección
vital de Montaigne a su propia realidad, la de la infancia y la actual,
Edwards ilumina los aspectos más relevantes, curiosos, a menudo
sensuales y, sobre todo, modernos del –ahora ya plenamente– novelesco
personaje.
Primeras paginas AQUÍ
*Sinopsis*
¿Por qué el grito repentino de una desconocida y la vista de su cuerpo
ensangrentado han turbado tanto a Anne Desbaresdes, que es joven y rica,
y no tiene otro afecto que el de su hijo ? ¿Por qué vuelve
insistentemente al café del puerto, anodino escenario del crimen ? ¿Por
qué interroga a un desconocido, testigo él también del asesinato ? El
vino que bebe lentamente es el pretexto que lleva a ir siempre más
adelante en su investigación y a hablar ella misma siempre más. En
realidad, ¿qué busca ? ¿El deseo que mató a la otra y del que ella
carece ? ¿La misma muerte en manos del desconcido que la desea, él sí,
sin reparo alguno ? En esas lánguidas tardes de estío, inundadas por la
cálida luz del sol poniente y los olores agridulces del mar y las
magnolias. Anne Desbaresdes se acerca paulatinamente a la clave del
enigma.
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